martes, 15 de enero de 2013

Soy la persona que menos conocí

Si me desconozco, ¿cómo podría mostrarte lo que soy? 

Si no sé qué ni cómo ni dónde soy, ¿cómo podrías saberlo vos?
Si no sé cuándo, qué, ni por qué soy parte de algo, ¿cómo podrías ser mi otro lado?
Del otro lado de mí tal vez no estés vos, tal vez también esté yo, y probablemente también la desconozca. Debe ser factible que mi pregunta sea: ¿si no estás del otro lado, dónde estás? ¿A mi lado? ¿A qué lado? ¿Importa si es derecho, izquierdo, si es en diagonal u oblicuo? 
Mis movimientos son medrosos y huidizos, aunque paulatinamente me aprisionan en un llanísimo dolor por el autotasamiento constante y perturbador. 
Angustiantes e impacientes son cada fase donde permutan perseverante y tenazmente mis estados, mis emociones. Más allá del significado de emociones, las mías llevan estrechamente cada propiedad de esa definición en sí mismas.
Un escritor que crece empieza a formar personajes paralelos... Sin embargo, cada personaje es producto de mi imaginación expresada por mis pensamientos, Y MIS SENTIMIENTOS. Eso no me despoja de seguir escribiendo sobre lo que pasa todo el tiempo. Escribir solo me une más a mis constantes análisis sobre lo que soy. 
Ahora quiero preguntarte o preguntarme... ¿soy algo sin vos? Porque a una persona no sólo la define lo que fue, de dónde salió, ni cuáles son sus motivos para continuar... sino qué es en el presente y por qué eligió eso. Y no es probable, es cierto que porque vos existís yo existo como soy. Y no quisiera contestarte si eso es bueno o malo. Sólo sé que no puedo darme la ilusión de borrarte; porque respires, luches o veles, sos un personaje más de esta ficción.

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