jueves, 8 de abril de 2010

Me siento tan pequeña. Pequeña y vulnerable en una forma absoluta. Sólo quiero esconderme bajo un banco. Todo movimiento genera en mis adentros una catástrofe imparable de emociones desdichadas. Neruda, necesito tus palabras. Quiero escapar again. Mi cara se torna colorada por la fricción del agua que se sitúa en mis ojos. Es inexplicable lo mucho que pueden herirme un par de horas cuya soledad es totalmente existente en tal sentido que anhelo huir para ser la culpable verídica de ello. Morir. Morir es fácil. Estar es triste. Quiero escapar con otro, y fingir que no existió tal pasado infeliz. Necesito inabstinencia de amor, y dureza. Estabilidad, tal como la clase de Biología de hoy. Todo parece rodear con propósito "coherente" la mala suerte. Dramático, no? Qué soñadora. Pesadillas.

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